19/11/09

ENTENDIENDO A GOULET


“ÉTICA DEL DESARROLLO” DE DENIS GOULET


AUTORA: ROMY JIMENA DURÁN SANDOVAL



ASIGNATURA: “DESARROLLO Y ÉTICA”


PREGUNTAS Y RESPUESTAS

1.- ¿Qué estrategias éticas para el desarrollo propone Goulet?

Las cuatro propuestas éticas que se describen en el libro “Ética del Desarrollo” están orientadas en su fondo hacia la humanización del proceso, refiriéndose también a la importancia de la espiritualidad de cada ser humano en la búsqueda de una vida digna.

Señala como primera estrategia el uso de tecnología adecuada acompañada de una selección de diferentes series de tecnologías, destinadas a cumplir los objetivos del desarrollo en sus condiciones específicas y previamente determinadas. Goulet promueve este tipo de estrategia indicando: “una nación que no quiera experimentar con diferentes escalas y modos tecnológicamente ‘óptimos’ estará expuesta y será totalmente vulnerable a los efectos fuertemente condicionantes que se canalizan a través de las principales tecnologías modernas”.

Otra de las estrategias se refiere a la sabiduría ecológica o medioambiental para la cual, el autor, requiere un marco amplio de síntesis dinámica, una visión filosófica que reconcilie la pretendida oposición entre libertad humana y la integridad de la naturaleza. Aclara que es pertinente un esquema conceptual en el que se relativicen todas las exigencias de los tres valores éticos diferentes: la justicia, la libertad y el respeto por la naturaleza. En la misma segunda estrategia ética, Denis Goulet precisa que el énfasis en la “naturaleza” (en cierto momento percibida como el polo opuesto de la libertad humana) ha logrado situar al “desarrollo y la eliminación de la miseria humana por debajo de la conservación biológica y la reposición de recursos en la jerarquía de valores.”

La tercera estrategia ética se refiere a la cultura y tradición en el desarrollo, y se pregunta a través de varios ejemplos sobre el futuro de éstas en el transcurso del progreso económico y tecnológico. Luego indica la necesidad de repensar el desarrollo considerando a los valores culturales como “medios” para el mismo, o como ayudas u obstáculos para conseguir los fines definidos por consideraciones externas a éstos. Puntualiza en que es desde el “corazón” de los valores culturales que se deben definir los fines propios del desarrollo y su materialización objetiva, además de insistir en que la auténtica diversidad cultural debe ser reconocida como un valor positivo, de tal forma que los planificadores de desarrollo incorporen en sus decisiones la defensa activa de la misma, así como la existencia y continuidad de “comunidades vivas de cultura” en América Latina.

La cuarta estrategia señala a la ética de la ayuda, como parte de una “igualdad real” entre quienes participan de los objetivos y proyectos de desarrollo. Tras varias argumentaciones sugiere que la prioridad en la transferencia de recursos deben ser el sustento, la dignidad y la libertad en su grado óptimo, porque es una de las exigencias de la dinámica social relacionada con la “exigencia racional de un planteamiento justo y equitativo de distribución de los recursos mundiales”. El autor recalca que el fundamento ético para proveer a las gentes necesitadas de los bienes esenciales no es la “caridad” o la limosna opcional, sino la obligación colectiva de los hombres de asegurar un uso justo de los recursos esenciales, ya sea entre naciones “desarrolladas” o las “menos desarrolladas”, porque ambas deben “practicar la autoconfianza en la reestructuración de sus propios valores, instituciones y comportamientos”.

Asimismo, hace notar la falta de “nuevas sabidurías sobre el desarrollo”, y como parte esencial del desarrollo propone una totalidad de tipo cíclico, en lugar de una totalidad lineal.

Cabe recordar que las estrategias citadas se suman en una visión de tipo cosmocéntrico, para fomentar cada uno de los componentes éticos estratégicos del desarrollo, que se oponen a la visión antropocéntrica del universo después de que el ser humano erró “al definir los contenidos de valor de su desarrollo y libertad”.

Goulet se expresa contrario al fomento de la “abstracción del sujeto”, para que éste más bien sea “más humano”, en lugar de reducir su “ser” a su “tener”.

2.- ¿Según Goulet es sostenible el desarrollo?. Justifique su respuesta

Para Goulet, la sostenibilidad del desarrollo depende de la puesta en práctica de una serie de profundas transformaciones en el orden mundial, hábitos de consumo, modos de utilización de los recursos, aspectos que conforman el conjunto de pruebas difíciles o quizás obstáculos para llegar a consolidarlo con plenitud. No obstante, también señala (en el transcurso de sus propuestas y enunciados) la importancia de que se deben iniciar acciones destinadas a cambiar aquellas aspiraciones del “tener” y “no tener” por compromisos y sacrificios orientados a la sostenibilidad.

Sus apreciaciones, que en lugar de conclusiones cerradas tienen numerosas perspectivas de análisis e interpretación se formulan después de una serie de aclaraciones y puntualizaciones conceptuales con relación a los términos a través de los cuales se habla del desarrollo sostenible y auténtico. El autor de Ética del Desarrollo aclara que su explicación está enfocada desde el punto de vista medio ambiental, por lo que cita diferentes significados de riqueza para arribar a una definición de desarrollo también variada. Señala que para cualquier sociedad “el auténtico desarrollo supone proporcionar sustento vital óptimo, estima y libertad a todos sus miembros.”, además recalca—como en varias partes del libro— que la única forma de desarrollo que se puede considerar auténtica es la que se lleva a cabo con solidaridad, vinculando a todas las personas y comunidades entre sí y también respetando al planeta en el que habitan.

3.- ¿Cuál es su criterio con respecto a los cuatro caminos para el desarrollo que propone Goulet?

Inicialmente, considero que cada uno de esos caminos es contrario e inclusive independiente de otro derrotero propuesto, y sustentados en las orientaciones generales tomadas del economista K. Griffin, porque en su formulación D. Goulet hace notar que no existe un camino único y mejor para alcanzar el desarrollo.

Con ese antecedente, apoyo el criterio de la propuesta de Goulet respecto a que para un desarrollo pleno se debe considerar la redistribución de los beneficios del desarrollo junto al mantenimiento de las tradiciones (ejemplo: el caso de China), en lugar de fomentar y atender —como indica K.Griffin—por separado al crecimiento, a la redistribución, las Necesidades Humanas Básicas (NHB) y al desarrollo a partir de las tradiciones.

Al mismo tiempo, en virtud de los recurrentes enunciados que hace Goulet en su libro, es vital que la obtención del desarrollo tenga un carácter interrelacional y sobre todo humanizante de y entre las propuestas y/o caminos citados.

4.- Luego de la lectura, elabore su propio concepto de “Ética del Desarrollo”:

Ética del Desarrollo es un conjunto de procesos en el que se involucra un proyecto de cambios y transformaciones consecutivas, destinados a alcanzar el bienestar de los seres humanos por los cuales está conformado. Tiene la posibilidad de adecuar e interrelacionar su organización y normativa propios con los de otras sociedades, velando por la protección de los recursos naturales y la permanente distribución equitativa de los medios necesarios para sobrevivir en condiciones adecuadas y modernas, y sin necesariamente recurrir a la fragmentación y explotación de lo existente.

13/11/09

QUE ES COMUNICACION SEGUN

1 AUTOR CRISPIN TICONA LA COMUNICACIÓN

La Comunicación es un acto entre sujetos que comparten necesidades, aspiraciones y buscan soluciones a situaciones dificultosas, que al ser solucionados por las partes permitirá mejorar sus condiciones iniciales para un mejoramiento permanente y transformar a partir de ese progreso la sociedad local, regional y mundial.

2 Romy Duran Sandoval COMUNICACIÓN.
Proceso humano, dinámico y cíclico a partir del cual se producen construcciones sociales. Su contenido reúne sentidos compartidos y transformadores, está enmarcado en el reconocimiento de la relacionalidad que existe entre los agentes que participan libre y democráticamente en el mismo.

3 Juan Jose Martinez Plantarrosa "La comunicación es un proceso que se debe dar en un plano de igualdad. Utilizando algún medio se realiza libre y voluntariamente compartiendo un mensaje racional y/o de sentimiento, lo ideal es que sea lleno de amor, de esta manera lograr un cambio individual y social".
4 Deborah Lopez Medinaceli CONCEPTO DE COMUNICACIÓN
El proceso de comunicación desde su génesis, se consigue gracias a las prácticas del lenguaje humano, que logró históricamente dinamizar el quehacer social integral, hacia una constante transformación dialéctica de la realidad concreta materializada.


5 Sandra Muñoz Valda CONCEPTO COMUNICACION

Interrelación humana donde establecen intercambio de mensajes en un nivel de horizontalidad que contribuyen a una construcción social con dialogo y participación de una sociedad que requiere una visión intercultural de transformación dirigida a un cambio y justicia social.

6 Maria Villanueva Es un proceso de interacción social, que permite descubrir al otro y descubrirse así mismo a través de la palabra que con lleva significado para ambos, en un tiempo y espacio determinado.


7 Jenny Lizeth Rocha "La comunicación es un proceso interactivo senti - pensante en el que estan presentes elementos como el respeto, la libertad y la participación, encaminados en la práctica misma de un dialogo para un desarrollo personal y social en un contexto intercultural".
Te cuidas mamita, un besito. Ya le mandé también al docente.Bye.

8 Cristina Vanegas La comunicación es la capacidad innata que tiene todo ser humano para entablar relaciones e interactuar con otra persona a través de la codificación de un mensaje que trasmite un emisor a un receptor, en un clima de permanente dinamismo cambian los roles generando un proceso interactivo donde cada acción del ser humano se convierte en una forma de comunicación que atraviesa todos los espacios de la vida de las personas en la sociedad.

9 Juana Maturano CONCEPTO DE COMUNICACION

Es la interacción humana en la que se intercambian mensajes de una manera horizontal, con dialogo y participación tomando en cuenta el contexto de la interculturalidad para construir un cambio social en una sociedad diversa

21/10/09

CATEDRA ITINERNTE, VERSION BOLIVIA: “Reconceptualización de la Integración desde la Construcción de Sentidos Colectivos. Desafíos de las Facultades



VISITA : http://catedraitinerante.blogspot.com


El proyecto “Formación de Comunicadores Sociales para la Integración Andina”, ejecutado por la Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicació – FELAFACS, cuenta con el apoyo de la “Acción con la Sociedad Civil para la Integración Andina” de la Comunidad Andina de Naciones (CAN )y la Unión Europea.

En este marco, el proyecto tiene el compromiso de realizar en cada uno de los cuatro países de la CAN una Cátedra Itinerante con el propósito de que sirva como el principal mecanismo de formación en Comunicación para la Integración.

A partir de los resultados del diagnóstico sobre el abordaje de la Comunicación para la Interacción en las facultades de Comunicación de los países de la CAN, realizado el 2008 en las Facultades y Carreras de Comunicación y Periodismo por un equipo de consultores, se identifican temáticas recurrentes y compartidas que merecen ser abordadas desde el ámbito académico, en consonancia con el encargo social.

Asimismo, la necesidad de reconceptualizar la integración, vista desde la periferia y con plena participación de la sociedad civil, demanda de nuevas acciones tendientes a concretar en el objetivo real la construcción de sentidos colectivos como referentes de procesos de empoderamiento ciudadano.


29/9/09

LA COMUNICACION PARA EL DESARROLLO EN LATINOAMERICA: UN RECUENTO DE MEDIO SIGLO LUIS RAMIRO BELTRAN

INTRODUCCIÓN

Luis Ramiro Beltran

Ya en 1918 el Presidente Woodrow Wilson había enunciado escuetamente la noción del “desarrrollo”, por cierto tutelado, pero hasta la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) se hablaba de la evolución de los países más bien en términos de avance desde el “atraso”, caracterizado por la “primitividad” y la miseria con sus penosas secuelas, hasta el “progreso”, caracterizado por la “civilización” y la prosperidad que traía aparejado el bienestar. Sólo un puñado de países, en su mayoría americanos del norte y europeos, se hallaban entonces en situación de progreso y, por lo general, se suponía que los demás países también irían llegando hasta tal estado. ¿Cómo habrían de hacer eso? Aparentemente lo harían de un modo providencial, tal vez lento pero presumiblemente natural e ineluctable. Les bastaría con “dejar pasar y dejar hacer” y, si acaso, empeñarse en imitar a los progresados ciegamente y al máximo posible. Aunque el colonialismo prevalecía ostensiblemente aún, no había conciencia clara, ni menos admisión pública, de que no pocas de las naciones que más habían progresado en el mundo lo habían hecho, en alguna medida, a expensas del atraso de las demás. Y tampoco se prestaba real atención a la opresora inequidad vigente dentro de cada país atrasado en desmedro de la mayoría de la población.

Sólo cerca del final del primer quinquenio de la era post Hiroshima surgió con firmeza en el mundo la noción de “desarrollo” como sustituto de la de “progreso”. Optar por el desarrollo significaba a la sazón no dejar librado el avance hacia la prosperidad y el bienestar al azar “leseferista” y limitarse a la inacción providencialista sino prever y organizar racionalmente la intervención estatal activa para lograr pronto el mejoramiento sustantivo de la economía con apoyo de la tecnología a fin de forjar el adelanto material.

Tal transición provino en gran parte de la experiencia ganada por los Estados Unidos de América, en los campos de batalla y en la vida civil de retaguardia, en aquella segunda contienda bélica mundial y en la postguerra inmediata con el aprendizaje cobrado por dicho país altamente “desarrollado” al auxiliar, financiera y técnicamente, a las naciones perdedoras – Alemania, Italia y Japón – en su proceso de reconstrucción y rehabilitación.

A fines de la década de 1940 el Gobierno de los Estados Unidos de América cobró conciencia de que los numerosos países “subdesarrollados” que habían sido miembros de la alianza contra los países que constituyeran el eje nazifascista que desató la guerra merecían un apoyo semejante al que ya estaba brindando a éstos. El Presidente Harry Truman anunció en 1949, en el cuarto punto de un discurso de catorce, la creación de un programa internacional de asistencia, técnica y financiera, para el desarrollo nacional que llegaría a conocerse como el del “Punto Cuarto”. Y se estableció para ejecutarlo el organismo que ahora se conoce como Agencia de los Estados Unidos de América para el Desarrollo Internacional (USAID).

El programa proporcionaba a los gobiernos, incluyendo desde luego a los de Latinoamérica, apoyo para ampliación y mejoramiento de infraestructura de caminos, vivienda, electricidad, agua potable y alcantarillado. Por otra parte, estableció con dichos gobiernos servicios cooperativos de agricultura, salud y educación a partir del inicio de la década de 1950. Comprendiendo que la acción pro desarrollo en estos campos requería provocar por persuasión educativa cambios de conducta tanto en funcionarios como en beneficiarios, incluyó en cada uno de esos servicios sociales una unidad dedicada a la información de apuntalamiento a los fines del respectivo sector. Y esta medida llegaría a constituir una de las raíces mayores de la actividad que sólo varios años después iría a conocerse como comunicación para el desarrollo”.

¿Cómo llegó a constituirse y a operar esa disciplina profesional en Latinoamérica? A gentil invitación de los organizadores del tercer congreso panamericano de comunicación, el autor del presente texto se empeñará en dar la más sucinta respuesta posible a esta interrogante mediante una descripción analítica, a manera de testimonio en visión panorámica de algo mas de medio siglo, por parte de un actor y observador de ese proceso. LEER MAS AQUI

25/9/09

COMUNICACION Y DESARROLLO


COMUNICACIÓN Y DESARROLLO

Docente: Lic. José Luis Aguirre Alvis. Msc.


Es comunicador. Dirige el SECRAD de la Universidad Católica Boliviana y también la representación en Bolivia de la Asociación Mundial de Radiios Comunitarias (AMARC)


CLASES SUCRE BOLIVIA

2 al 4 de OCTUBRE

Viernes:18.00-22.00
Sabado:8.00-12.00/14.00-18.00
Domingo: 8.00-14.00

SOBRE LA ASIGNATURA

La materia de Comunicación para el Desarrollo Local plantea promover la discusión, tratamiento crítico y abordaje teórico del campo del relacionamiento, producción e intercambio de sentidos entre sujetos que por naturaleza se perciben como pertenecientes a referentes culturales distintos.

Es así que se pretende poner en debate dentro del espacio de la formación del postgrado en comunicación y desarrollo la necesidad de operar como actores dialogantes desde una postura sensible a la diversidad humana (cultural, social, generacional, de género, etc, etc). Ya que se considera que los conceptos de comunicación y desarrollo pueden ser vistos como elementos intrínsecamente inseparables cuando son asumidos desde la valoración del hecho dialógico en condiciones de diversidad. Así, se espera generar condiciones de fortalecimiento de las capacidades comunicativas de los participantes para estimular la construcción de sensibilidades capaces de permitirles reconocer que su labor como agentes de una comunicación por el cambio social les aproxime a actuar en por lo menos tres escenarios interactuantes: dimensión política, dimensión ética y dimensión estética.

Si bien las bases teóricas que hacen a la comunicación y el desarrollo se enmarcan en escenarios sociopolíticos e históricos más o menos identificables (comunicación de apoyo al desarrollo, comunicación de desarrollo y comunicación alternativa para el desarrollo) es aspiración de la materia el enriquecer desde el contexto nacional y local las distintas tradiciones de comunicación y desarrollo para aportar a ellas elementos renovados como el de la comunicación intercultural. Así, el reconocimiento, valoración y respeto por la diversidad cultural se plantean como referentes para la acción comunicativa.

Bajo este enfoque hacen parte de los contenidos a presentarse temáticas y nociones como las de la alteridad dialógica, la aproximación al escenario de la pueblos indígenas, campesinos y originarios en Bolivia para señalar la existencia de formas de comunicación tradicional, local e indígena. Así, también hacen parte de la propuesta conceptos como el de los medios de difusión en contextos de diversidad cultural, se critican dimensiones descriptivas como la del multiculturalismo y se plantea la existencia de espacios de comunicación intra, inter y transcultural. Por otro lado, se ofrece información acerca de las llamadas políticas nacionales de comunicación para el desarrollo (PNC), se observa el marco normativo o jurídico que haría posible esta condición en un Estado democrático, además que se dan pistas para el abordaje investigativo sobre prácticas de una comunicación local, de y desde la diversidad (indígena, originaria, y de otras identidades).

Los aspectos mencionados serán abordados dentro de un contexto eminentemente de diálogo procurando así e independientemente a los recursos de apoyo pedagógico que se planteen (escucha o visionado de materiales, presentación de materiales visuales, lectura crítica de textos, búsquedas de materiales vía electrónica, etc.) teniendo como única meta la de promover en y entre los asistentes oportunidades para el ejercicio de competencias comunicativas desde la diversidad y la búsqueda de un diálogo intercultural como caminos posibles al desarrollo humano sostenido.

OBJETIVOS

General
Promover la comprensión e involucramiento activo en una práctica de la comunicación humana con sentido de cambio social.

Alentar el espíritu crítico del estudiante para observar, evaluar y montar acciones de comunicación con fines de contribuir al cambio social a partir de la incorporación de competencias comunicativas desde, en y para la diversidad.


Específicos
Familiarizar al estudiante en el conocimiento de las corrientes y líneas de pensamiento asociadas a una práctica de comunicación ligada al desarrollo.

Brindar elementos básicos para el reconocimiento de la existencia de formas, prácticas y canales propios de una comunicación ligada a la diversidad humana o pertenencia cultural.


Observar experiencias de comunicación y desarrollo dirigidas al derechos a la comunicación e información del y los Otro (s).

Describir el escenario de la diversidad de los Pueblos Indígenas en Bolivia.

Establecer elementos reflexivos para las prácticas de acercamiento, conocimiento y observación de escenarios pluriculturales.


Proponer bases reflexivas para la construcción de acciones planificadas de comunicación en ámbitos de diversidad humana y dirigidos a fortalecer procesos de cambio social.

Que:
el participante adquiera la información y estimulación suficiente para actuar en escenarios de diversidad humana para que aprovechando sus sensibilidades personales (competencias comunicativas) pueda contribuir desde la planificación, producción de contenidos, investigación social y áreas de ejercicio de los procesos de comunicación interpersonal así como de los medios de difusión masiva ejerciten una ética de la diversidad para el desarrollo humano sostenible.

DESARROLLO DEL CURSO

La materia comprende la presentación de un seleccionado conjunto de documentos que permitan establecer los momentos que se pueden denominar como paradigmáticos en el avance del área de la comunicación y el desarrollo. Cada eje de contenido del programa estará respaldado por material de consulta capaz de alentar gracias a su revisión y lectura previa la contribución de cada asistente en las distintas jornadas de trabajo en el aula. Existen textos denominados como esenciales, y que se supone deben acompañar al estudiante en su lectura y ejercicio crítico más allá del lapso de la materia. Por otro lado, se ofrecen documentos seleccionados para una bibliografía de apoyo general que acompañará el debate de cada punto a tratarse además se instará a la búsqueda de documentos propios para la materia desde fuentes electrónicas especializadas.

Los materiales serán base de la discusión de cada una de las jornadas donde la exposición y conducción del facilitador se dirigirá a la construcción de conceptos propios desde los participantes.

Para el avance de la materia y la entrega de un documento monográfico de fin de materia se propondrá la constitución desde un inicio de la materia de "círculos de estudio" entendidos estos como unidades integradas para el estudio y debate substancial entre un número pequeño de participantes asociados por interés o afinidad temática. Cada círculo de estudio tendrá la misión de ofrecer al aula un tema desarrollado y expuesto de manera monográfica de tal forma que su trabajo les permita constituirse en sujetos especialistas de un determinado aspecto de la materia (construcción de un panel profesional).

SISTEMA DE EVALUACION

La evaluación comprenderá la observación permanente de la contribución personal sobre los puntos que se traten en el aula. Así mismo, se solicitará una evaluación final escrita a los estudiantes con asistencia regular, además de la entrega y exposición del trabajo de conjunto ejecutado por el correspondiente “círculo de estudio”.


ORDEN DE CONTENIDOS Y DOCUMENTACION DE APOYO

Documentos base permanente de la materia

ALFARO MORENO, Rosa María. Otra brújula. Innovaciones en comunicación y desarrollo. OXFAM. NOVIB. Lima, Perú. 2006. 318 p.

AGUIRRE ALVIS, José Luis. La otredad y el derecho a la comunicación desde la alteridad. Azul Editores. La Paz, Bolivia. 2006.

BELTRAN SALMON, Luis Ramiro. Comunicación para el desarrollo en Latinoamérica, una evaluación al cabo de cuarenta años. IV Mesa Redonda sobre Comunicación y Desarrollo. IPAL. Lima, Perú, 23 al 26 de Febrero de 1993.

GUMUCIO DAGRON, Alfonso. Three challanges of communication for social change (Mimeo).

MELKOTE, Srinivas R. Communication and social change in developing countries. Bowling Grenn State University. OH. USA.

Módulo No. 1.

Reconceptualizando el proceso humano de la comunicación

Objetivo: Promover la reorganización conceptual capaz de permitir e identificar nuevas dimensiones y fortalezas para operar procesos de comunicación desde la noción de diversidad humana.

Textos:

GUSDORF, George. La palabra.

BELTRAN SALMON, Luis Ramiro. Un adiós a Aristóteles. (Mímeo). 1980.

CALVELO RIOS, Manuel. Desarrollo rural: Comunicación, información y capacitación. (Mimeo). 2002.

Módulo No. 2.

Otredad, alteridad y alteridad dialógica

Objetivo: Incorporar en la concepción de la comunicación y el desarrollo humano el enfoque del diálogo desde la diversidad.

Textos:

AGUIRRE ALVIS, José Luis. La otredad y el derecho a la comunicación desde la alteridad. 2006.

AGUIRRE ALVIS, José Luis. Comunicación y diversidad. (Mimeo).

Módulo No. 3.

Difusión de innovaciones y un modelo perenne de desarrollo desde la comunicación

Objetivo: Identificar los elementos centrales de una teoría de comunicación ligada al desarrollo desde los principios de la Difusión de Innovaciones.

Textos:

CIMADEVILLA, Gustavo. Nuevas preguntas y reformulación del modelo para una teoría de la difusión de innovaciones. (Mimeo). 1999.

BELTRÁN SALMON, Luis Ramiro. La comunicación para el desarrollo en Latinoamérica: un recuento de medio siglo. III Congreso Panamericano de la comunicación. Universidad de Buenos Aires. 2005.

Módulo No. 4.

Desarrollo, comunicación y cambio social

Objetivo: Explorar bases paradigmáticas del enfoque y práctica de las distintas tradiciones teóricas referidas al uso de la comunicación y el desarrollo.

Textos:

BELTRÁN SALMON, Luis Ramiro. La comunicación para el desarrollo en Latinoamérica: un recuento de medio siglo. III Congreso Panamericano de la comunicación. Universidad de Buenos Aires. 2005.

CIMADEVILLA, Gustavo. Nuevas preguntas y reformulación del modelo para una teoría de la difusión de innovaciones. (Mimeo). 1999.

GUMUCIO DAGRÓN, Alfonso. Comunicación para el cambio social: clave del desarrollo participativo. 2003.

Módulo No. 5.

Diversidad sociocultural: el escenario de la pluriculturalidad en Bolivia

Objetivo: Apreciar y diferenciar conceptos relativos a la multiculturalidad, pluriculturalidad y la interculturalidad para orientarlos hacia fines de desarrollo social.

Textos:

ALBO, Xavier. Iguales aunque diferentes. Capítulo 2. p. 15-99. La Paz, Bolivia.

CIDOB. FAO. Memoria del Encuentro Nacional e Internacional de Comunicación y Desarrollo de los Pueblos Indígenas. Santa Cruz, Bolivia. 2006.

Visionado de vídeos.

Módulo No. 6.

Políticas Nacionales de Comunicación para el Desarrollo Humano Sostenible

Objetivo: Plantear la necesidad de reconocer la comunicación como un espacio planificable y así ligado a la generación de marcos normativos que posibiliten orgánicamente formas de desarrollo social colectivo, así se propone el conocimiento de marcos normativos ligados a la diversidad, tolerancia y no discriminación.

Textos:

OIT (Organización Internacional del Trabajo). Convenio 169.

UNESCO. Declaración sobre diversidad cultural.

UNESCO. Declaración de principios sobre la tolerancia. Noviembre de 1995.

Módulo No. 7. Desarrollo desde la construcción social del Otro

Objetivo: Plantear el reto de estudiar las condiciones propias de la representación social del Otro para hacer viable el ejercicio del diálogo y así de plantear espacios equitativos para el diálogo y desarrollo humano.

Textos:

RESTREPO, Javier Darío. Las riquezas del Otro. (Ponencia). La Paz, Noviembre. 2004.

DISCAPACIDAD Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL. Seminario-taller Internacional. Universidad Católica Boliviana “San pablo”. Memoria. La Paz, Bolivia. 2005.

ACUNZO, Mario. Yaserokomo. Comunicación y pueblos indígenas.

Visionado de videos.

Módulo No. 8.

El debate global sobre la comunicación y el desarrollo

Objetivo: Establecer conocimientos actuales sobre los escenarios globales del debate de la comunicación e información así como los de la comunicación ligada al desarrollo.

Textos:

SERVAES, Jan. Comunicaciones interculturales y diversidad cultural. Un mundo, muchas culturas. Beijing, China. 2002.

CUMBRE MUNDIAL DE LA SOCIEDAD DE LA INFORMACION (CMSI). Construir sociedades de la información que atiendan a las necesidades humanas. Declaración de la sociedad civil en la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información. Ginebra. Diciembre de 2003.

14/9/09

Códigos éticos del periodismo

Códigos éticos del periodismo

La ética de la información y la comunicación que inició el siglo XX con pasos tímidos y aislados, con el desconocimiento y la despreocupación de la sociedad, comienza el siglo XXI convertida en un asunto central más de nuestras sociedades, en un interés común de todos y muy particularmente de muchas organizaciones y colectivos que tienen este tema entre sus prioridades.

Entre los diferentes mecanismos de autorregulación que se pueden poner en marcha en el ámbito de la comunicación social, seguramente los más conocidos son los códigos deontológicos. Es lógico, ya que si la finalidad de la autorregulación es que la actividad de los medios se ajuste a determinadas pautas éticas, lo primero que hay que hacer es precisar dichas pautas; y ésta es la función propia de los códigos.

En castellano se han publicado diversas recopilaciones de códigos aprobados por las principales organizaciones profesionales de periodistas, así como también de códigos internos, libros de estilo y otras disposiciones de autorregulación internas de destacados medios de comunicación.1 Estos son los códigos éticos más conocidos y suelen recoger las obligaciones fundamentales del periodismo.

A principios de 2005 aparecerá publicada una nueva recopilación de códigos que resulta diferente de las anteriores, pues se recogen recomendaciones y pautas propuestas en la última década por diversos colectivos y entidades sociales para mejorar el tratamiento que los medios de comunicación dan a algunos de los grandes retos sociales de la actualidad.2

Esta es sin duda su principal peculiaridad: más que centrarse en las obligaciones genéricas del periodismo, los códigos recogidos en tal recopilación plantean cómo debería ser el tratamiento ético dado en los medios de comunicación a determinados tópicos informativos de la actualidad. Se plantean, pues, recomendaciones éticas para el tratamiento específico de catástrofes y tragedias humanitarias, comunicación para el desarrollo, inmigración y racismo, corresponsales en situaciones de riesgo, terrorismo, información de tribunales, violencia doméstica o discapacidad. Estos códigos son fruto de la labor de muchas personas, entidades y organizaciones, por lo que no sólo varía su contenido o el tema que abordan, sino también su tipología, su propósito, su alcance. No se trata de directrices con validez exclusiva para una organización profesional, un medio o un área geográfica, sino de propuestas abiertas para ir aplicando y perfeccionándolos entre todos.

Historia de los códigos

La historia de los códigos de ética periodística corre en lo fundamental paralela a la del siglo pasado. Es cierto que se pueden encontrar sus antecedentes en algunas de las declaraciones de principios que solían acompañar a la presentación de los primeros números de periódicos y revistas. Pero para hablar propiamente de códigos éticos del periodismo hay que esperar a principios del siglo XX cuando se aprobaron los primeros documentos de ese tipo en Estados Unidos y algunos países de Europa.
3 En este primer momento, los códigos apenas representaron un fenómeno aislado y minoritario; primero, por su escaso número, pero sobre todo por ser desconocidos incluso para la mayoría de las personas relacionadas con los medios, por no hablar ya del público en general.

El impacto de la Segunda Guerra Mundial marcó un cambio fundamental en la atención al fenómeno de la información y la comunicación. No sólo se tomó conciencia de su importancia social y política sino que se reconoció también su específica dimensión normativa. De allí la consideración del derecho a la información, junto al tradicional reconocimiento de la libertad de expresión, como un derecho fundamental más de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, dando así a los códigos éticos un nuevo fundamento.

Así, después de terminado el conflicto bélico y en un proceso que iría creciendo en las décadas siguientes, las diferentes organizaciones de periodistas o de prensa del mundo van aprobando sus propios códigos de ética periodística. A mediados de los años ochenta, la mayoría de países y de organizaciones internacionales del periodismo contaban ya con códigos.

Pese a ello, no todo estaba logrado: la divulgación de tales códigos seguía estando bastante circunscrita a las élites de dichas organizaciones. La mayoría de quienes trabajaban en los medios podía haber oído algo sobre esos códigos, pero apenas tenía algo más que una vaga idea de su existencia. Por su parte, el público seguía desconociéndolos totalmente.

Si la vigencia de la ética periodística se midiese por la aprobación de códigos, el asunto debería haberse considerado zanjado a mediados de los años ochenta ya que para entonces la mayoría de países contaba con alguno. Sin embargo, en la última década del siglo XX se produce la reapertura del debate sobre los códigos éticos de la comunicación. Aunque no exclusivamente, el epicentro de este debate se sitúa esta vez en Europa y alcanza una repercusión pública inimaginable antes. En la última década del siglo XX, la ética de la comunicación -lamentablemente, en muchos casos justo por su ausencia- va a dejar de ser un asunto minoritario o reservado a especialistas para convertirse ella misma en noticia y asunto de interés común. Prueba de esta reactualización es que prácticamente todos los países europeos revisan sus antiguos códigos o aprueban otros nuevos en estos años.4


Claves de la etapa actual

Son muchas las razones que pueden explicar la reapertura del debate ético en la última década y no es fácil hacerles justicia a todas ellas. Aun así se pueden sugerir algunas claves para entender mejor el momento actual.

1) Históricas

Se trata en este caso del motivo puntual más claro: la Caída del Muro de Berlín y todo lo que ello significó: no sólo la abolición de la censura y la recuperación de la libertad de expresión en los Países del Este, sino en algunos casos incluso la aparición o el reconocimiento de Estados que antes no existían. Como resultado, a lo largo de la década de los noventa, la mayoría de estos países revisa sus antiguos códigos o crea otros nuevos, ajustándolos a la nueva atmósfera de libertad. En algún otro caso, como el de España, que había realizado su particular transición democrática dos décadas antes, seguía sin contar con un código de ética periodística propio y es también ahora cuando lo va a aprobar.

Lamentablemente no todos los acontecimientos que siguen a la Caída del Muro han sido positivos. En algunos casos también han reaparecido problemas y conflictos que llevaban décadas latentes, como los nacionalismos excluyentes, los conflictos étnicos, la xenofobia o la corrupción. Ante estos retos, los periodistas deben responder con un compromiso renovado en pro de ciertos valores y fines éticos de su labor informativa. Y ello obliga a replantearse algunos supuestos de la ética periodística tradicional -como el de la neutralidad-, dando paso a un mayor compromiso con determinados valores democráticos como la paz o el respeto de los derechos humanos.

Este mismo compromiso hace que los periodistas resulten una presencia incómoda en ciertas zonas y que en ocasiones acaben ellos mismos convertidos en objetivo terrorista o bélico. Así, a lo largo de los años noventa, la cifra de periodistas amenazados, desaparecidos y asesinados en Europa aumenta notablemente. Algunos de los documentos éticos recopilados reflejan tanto el debate sobre esta toma de postura ética de los periodistas como la preocupación creciente por el incremento de los riesgos asociados a su actividad.

2) Económicas

La liberalización del mercado audiovisual desde mediados de los ochenta, la entrada en esa década de importantes capitales inversores en el ámbito de la comunicación social, la formación y la toma de posiciones de grandes grupos multimedia, las oportunidades de mercado asociadas a las nuevas tecnologías, etcétera, todo ello lleva a un incremento muy fuerte de las presiones competitivas en los medios y a una búsqueda del beneficio a corto plazo que hace saltar algunas de las barreras éticas que tradicionalmente habían sido más o menos respetadas. Programas y contenidos de nulo gusto y escaso respeto por la ética inundan progresivamente las televisiones de toda Europa hasta llevar a la generalización internacional del término telebasura. En la guerra por la audiencia, las demarcaciones entre contenidos y géneros se saltan sin reparo, como lo prueba la aparición de términos nuevos como infoespectáculo, realityshow, publireportaje, product placement, etcétera, y con el consiguiente daño para los criterios éticos respectivos.

La intimidad de las personas célebres o la de cualquiera que simplemente quiera comerciar con ella se convierte en objeto de atención preferente y en un filón económico con el que se regatea sin demasiadas contemplaciones. Y así podríamos seguir con más ejemplos de cómo los límites y criterios éticos de los medios -especialmente de la televisión- han saltado por los aires en la última década y media, al calor primero de las privatizaciones y más tarde de un neoliberalismo de mercado sin freno; pero como el fenómeno es sobradamente conocido de todos no hace falta insistir más en él.

3) Tecnológicas

A lo anterior se ha unido también el impacto de los avances tecnológicos, no sólo debido a la introducción de nuevas tecnologías a gran escala -como Internet-, sino también por la generalización de otros avances menores que tienen un impacto significativo en la actividad de los medios, como las cámaras de vídeo, los bancos de datos, los nuevos instrumentos de escucha y grabación o las nuevas técnicas de manipulación de imágenes y sonidos. Todo ello obliga a reconsiderar algunas cuestiones tradicionales de la ética periodística -como la veracidad, el respeto a la intimidad, los límites del periodismo de investigación, etcétera.

Los deberes del periodismo no cambian, pero sí lo hacen las circunstancias en que se aplican y eso obliga a plantear nuevos debates éticos y esclarecer los criterios para el empleo correcto de estas nuevas tecnología.

4) Sociales

Los procesos de cambio económico, sociocultural o político producidos en nuestras sociedades a lo largo de las últimas décadas han llevado también a la emergencia de cuestiones que habían merecido escasa atención, no ya desde el punto de vista de la ética periodística sino incluso de los medios en general. Hay quien se ha referido a estos asuntos como los nuevos problemas sociales. Pero la denominación puede resultar equívoca ya que muchos de ellos no son en absoluto nuevos. Posiblemente incluso representen los problemas sociales más permanentes, sólo que la dinámica política del último medio siglo -sobre todo lo referido a la Guerra Fría y el conflicto ideológico sobre el que pivotaba- los había dejado un tanto fuera de escena. Y ahora han reaparecido con fuerza.

La necesidad de informar sobre estas cuestiones (a menudo, esto mismo supone una novedad ya que muchos de estos temas no solían constituir materia informativa) y de hacerlo además teniendo presentes las nuevas sensibilidades del público ha obligado a plantearse cuestiones de ética periodística que no aparecían en los códigos tradicionales y a las que ahora hay que dar respuesta. Además, la posición cada día más central de los medios hace que se considere también su responsabilidad o su influencia en torno a todas esas cuestiones, lo que contribuye igualmente a abrir el debate ético.

De todo esto hay sobrados ejemplos en los documentos recopilados. Algunos son ciertamente asuntos muy graves que deben preocuparnos a todos -como el problema de la violencia doméstica-. Otros constituyen retos que hay que abordar colectivamente para prevenir sus riesgos y potenciar sus beneficios -como la inmigración-; y no faltan los que, lejos de ser problemas, reflejan una nueva sensibilidad social que no cabe sino celebrar -como cuando se plantea la imagen mediática de los países menos desarrollados o de los discapacitados.

Todos estos asuntos son sociales. Muchas de esas nuevas cuestiones desbordan las instituciones políticas tradicionales -como los partidos, los Parlamentos o la misma Administración- y hacen que más personas, organizaciones no gubernamentales y otros colectivos se sientan implicados en su resolución. Si los medios se han convertido en las plazas públicas virtuales de nuestra sociedad y a ellos se trasladan estas cuestiones, entonces también la ética periodística relacionada con ellas pasa a ocupar un lugar destacado.

Un interés de todos

Todo ello nos lleva a destacar el rasgo que seguramente va a caracterizar más esta nueva etapa histórica de los códigos: la ética de la comunicación social deja de ser una preocupación minoritaria o poco conocida, incluso deja de ser una preocupación exclusiva de las organizaciones periodísticas, para convertirse en un nuevo asunto social. No hay nada de extraño en eso: al hilo del creciente protagonismo de los medios, aumenta la preocupación colectiva por su ética.

La exigencia de ética en los medios se convierte por tanto en un asunto que preocupa a una parte creciente del público. Todo ello indica una cierta reacción frente al papel de receptores pasivos que nos atribuía hasta ahora la comunicación social.5 Desde luego que este fenómeno no es todavía mayoritario ni tampoco va a conseguir cambiar en un día el perfil habitual de los medios. Pero representa un cambio claro: el que supone reclamar que la calidad de los medios sea como mínimo la que exijimos normalmente a cualquier otro producto del mercado, más aún teniendo en cuenta su singular poder de influencia. Se puede hablar así de una cierta rebelión de los públicos en la que los destinatarios de la comunicación social recuperan su protagonismo perdido y asumen también la parte de responsabilidad que les corresponde a la hora de hacer mejores a los medios.

De este modo, la ética de la información y la comunicación que inició el siglo XX con pasos tímidos y aislados, con el desconocimiento y la despreocupación de la sociedad, comienza el siglo XXI convertida en un asunto central más de nuestras sociedades, en un interés común de todos y muy particularmente de muchas organizaciones y colectivos que tienen este tema entre sus prioridades.

De ser iniciativas aisladas y poco conocidas, los códigos éticos de los medios pasan a ser algo relevante, conocidos, primero, por todo profesional de los medios que se precie, pero también cada día más por muchos ciudadanos informados.

NOTAS

1) Aznar, 1999; Barroso, 1984; Villanueva 1996 y 1999.

2) Aznar Hugo: Ética de la comunicación y nuevos retos sociales. Códigos y recomendaciones para los medios, Paidós, Barcelona, 2005. La recopilación va precedida de una presentación conjunta que, entre otras, aborda la cuestión de por qué se ha producido esta reapertura del debate acerca de los códigos éticos del periodismo. El presente texto es un adelanto, con alguna variación menor, de la respuesta que se da en el libro a tal interrogante.

3) Barroso, 1991; Aznar, 2005.

4) Villanueva, 1996.

5) Aznar, 2005.



Bibliografía

Alsius, S. Codis étics del periodisme televisiu, Pórtic, Barcelona, 1999.

Aznar, Hugo, Ética y periodismo. Códigos, estatutos y otros documentos de autorregulación, Paidós, Barcelona, 1999.
---Comunicación responsable. Barcelona, Ariel, 2ª ed.

---Ética de la comunicación y nuevos retos sociales, Códigos y recomendaciones para los medios, Paidós, Barcelona, 2005.

---y E. Villanueva (eds.), Deontología y autorregulación informativa. Ensayos desde una perspectiva comparada, México, Fundación Manuel Buendía y Universidad Iberoamericana, 2000.

Barroso, P., Códigos deontológicos de los medios de comunicación, Ediciones Paulinas, Madrid, 1984.

---1991 "Códigos deontológicos de la comunicación". En Benito, A. (dir.): Diccionario de Ciencias y Técnicas de la Comunicación, Ediciones Paulinas, Madrid, 1991, pp. 194-218.

Laitila, T., "Journalistic Codes of Ethics in Europe", Euorpean Journal of Communication, vol. X, núm. 4, 1995, pp. 527-544.

Villanueva, E., Códigos europeos de ética periodística, Fundación Manuel Buendía y Centre d'Investigació de la Comunicació, México, 1996.

---Deontología informativa. Códigos deontológicos de la prensa escrita del mundo, Universidad Iberoamericana y Pontificia Universidad Javeriana, México y Santa Fe de Bogotá, 1995.

VER MEMORIA 2004-2010


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